El equipo Toro Rosso está decidido a pasar de la mitad baja de la parrilla a alta. En las dos últimas presentaciones de sus monoplazas desde el equipo se ha afirmado que el nuevo monoplaza era un importante salto cualitativo respecto a la temporada anterior. La pasada temporada 2014, las cosas no salieron de la forma esperada en lo que a los resultados respecta, pero el trabajo y la base a partir de la que el equipo evolucionó era buena.
Esta temporada el equipo confía en conseguir los resultados que la pasada temporada no llegaron. Para ello además de un monoplaza relativamente mejor que el de la pasada temporada, el equipo ha ido evolucionando partes del monoplaza en las dos primeras semanas de test para conseguir llevar al último en el Circuit de Barcelona- Catalunya, un monoplaza prácticamente nuevo con numerosas actualizaciones respecto al que presentaron en Jerez.
En la dirección de Williams
"El coche va a ser totalmente diferente aquí, así que vamos a tener que comenzar de nuevo en términos de puesta a punto" explicaba James Key a Autosport. "Es prácticamente un coche de fábrica nuevo: aerodinámica, sistema de refrigeración, suspensiones y el morro son nuevos".
Por lo que al morro respecta, es una de las partes que más impacto a causado. "Va en la dirección del de Williams" confesaba el Director Técnico de Toro Rosso. "En todo momento hemos sabido que esa era la rutina a tomar pero la única razón por la que seguimos adelante es porque éste es técnicamente más complicado para comenzar los test, y queríamos darnos una tregua. Elegimos uno neutral en términos de eficiencia aerodinámica, pero eso ha sido todo".
"Por lo que al resto del coche respecta es definitivamente un coche de competición. Todo ello ha sido construido en favor de la aerodinámica" agregaba Key.