Aplicando la lógica
El comienzo de la pasada temporada fue muy duro para Red Bull, principalmente debido a los motores Renault. Durante los test invernales, los de la bebida energética apenas consiguieron hacer kilómetros con su RB10 que sufría constantes problemas de fiabilidad. Pese a ello, la primera carrera en Albert Park fue menos catastrófica de lo que muchos vaticinaban.
"Si echas la vista atrás a Melbourne, nos perdimos todos los test y acabamos segundos -antes de ser descalificados- o al menos estuvimos delante", asegura Ricciardo. Pero el ritmo de evolución de Mercedes fue inalcanzable para sus rivales y la ventaja del motor un lastre del que no se pudo desprender nadie. "Obviamente Mercedes continuó haciéndose más fuerte, algo que no esperábamos", añade el piloto.
Una desarrollo tan vertiginoso que lleva pensar a Ricciardo que Mercedes ya no tiene margen de evolución dado que el reglamento técnico apenas ha variado. Sin embargo, Red Bull puede mejorar todo lo que el año pasado hizo mal: "Me gustaría pensar que ahora que ellos han alcanzado el máximo nosotros tenemos mucho que mejorar", afirma el de Red Bull.
"Con un invierno fuerte, que es casi inevitable, deberíamos casi con seguridad reducir la distancia. Tengo fe en que podemos hacer lago para reducirla", asegura Daniel Ricciardo que se reafirma en el compromiso con el equipo: "Estaré ocupado durante el invierno y por el bien del equipo espero que el coche sea lo más rápido posible. Haré todo cuanto pueda".
Nuevo rol
Para el piloto australiano el desafío es doble. Tras la marcha del tetracampeón Sebastian Vettel y la llegada del joven Daniil Kvyat, Ricciardo asume el papel de líder: "Desde luego que siento un poco más de responsabilidad ahora que soy el más veterano en el equipo". Un papel que a lo largo del 2014 demostró que puede desempeñar a la perfección batiendo a su compañero.
Una nueva tarea, la de asumir el liderato del equipo, que este año será más sencilla que el anterior: "Dadas las relaciones que he hecho [en 2014], es más fácil para mí compartir mis ideas, hablar con los jefes". El australiano ya es uno más en la familia Red Bull y se siente cómodo en la escudería: "Nos conocemos mejor el uno al otro y es algo natural que evolucione así".
