Y es que, cuando varios miembros del equipo estaban yendo hacia el aeropuerto para coger un vuelo con destino Abu Dabi, recibieron una llamada y tuvieron que regresar a casa al saber que este inversor había retirado su apoyo en el último minuto. El problema es que la situación no solo alejó a Marussia de la parrilla en 2014, sino que además le dejó una deuda de casi 30.000 libras esterlinas.
"El martes, 18 de noviembre de 2014, un inversor me ofreció compromiso para abonar suficiente dinero como para permitir al equipo competir en Abu Dabi. Para dejar que esto pasara, el equipo tuvo que reorganizarse y se realizaron algunos cambios para viajar a la carrera. Se llevó a cabo mucho trabajo durante 24 horas, tanto por parte del equipo como de los administradores. Sin embargo, a última hora, los inversores no pudieron ofrecer los fondos necesarios", indicó Geoff Rowley, uno de los administradores en FRP, a Forbes.
Más deudas
Además, se creó una deuda que, según informa Rowley, sigue pendiente de pago: "El esperado inversor acordó paagar los costes del personal (y los costes secundarios) durante ese periodo, pero a día de este informe, ese total de 29.43 libras sigue sin haberse pagado". Sin duda, para los de Banbury, fue la gota que colmó el vaso, ya que el equipo supuestamente debe 48,1 millones de dólares a sus acreedores.