No obstante, Autosport ha indicado recientemente que los pilotos "no tuvieron permitido hablarse entre ellos, o a cualquiera del equipo, hasta que se pusieran en contacto con ellos" tras lo sucedido en Spa. Woll también ha confirmado que el asunto fue tan serio que Mercedes amenazó con cambiar su alineación de pilotos si volvía a ocurrir algo similar. "Salimos de allí como un equipo súper fuerte. Dijimos: 'ningún piloto va a interferir nunca en este equipo. Somos un equipo. Y eso nos unió mucho, porque quizás los poderes cambiaron un poco. Cuando los pilotos llegaron a la fábrica, se dieron cuenta".
"Les dijimos que no podían hacerlo de nuevo porque teníamos piezas en el coche que supuestamente iban a ir a Monza, y otras que iban a llegar a Singapur. La gente había estado trabajando por la noche, no habían visto a sus familias y ellos habían tirado por tierra todo eso en la segunda vuelta. No echamos la culpa total a ninguno, pero fue suficiente como para ser el 51%. Así que dijimos: 'No lo volváis a hacer. Si lo repetís, decidiremos si queremos continuar con esta alineación. Cuando ese mensaje se emitió, de forma semi oficial, fortaleció la posición", continuó Wolff en Autosport.