
Según la publicación alemana Auto Motor und Sport, los inspectores de la FIA comprobaron los coches de todos los equipos punteros tras la sesión clasificatoria, pero solamente en Red Bull encontraron irregularidades.
"Estamos decepcionados por haber sido descalificados por una prueba de deflección del alerón delantero, cuando está claro que otros equipos están interpretando las reglas de la misma forma. El equipo acepta la decisión de los comisarios y empezará la carrera desde la zona de atrás", rezaba el comunicado de Red Bull.
Por su parte, Adrian Newey, que afronta su última carrera como jefe técnico a tiempo completo de Red Bull, confirmó que el alerón empleado este fin de semana es una evolución. "Sinceramente, si observas los otros coches, te darás cuenta de que están haciendo lo mismo", comentó en Autosprint.