Los comentarios atribuidos a los administradores en la prensa sugirieron que había una posibilidad de que los coches de Caterham en F1 no aparecieran en el Gran Premio de Estados Unidos, o de que el equipo de viera obligado a dejar la fábrica de Leafield. No obstante, en un comunicado emitido por el equipo el pasado miércoles por la noche, los de Ravetto dejaron constancia de su enfado ante la situación, ya que acusaron a Tony Fernandes de no cumplir con lo acordado.
"Por desgracia, el nombramiento de los administradores ha tenido efectos devastadores en las actividades del equipo de F1. Desde el nombramiento, los administradores han publicado varios comunicados de prensa que han jugado en detrimento de la gestión del equipo Caterham F1. Después de tres meses de manejar el equipo de buena fe, el comprador ahora se ve obligado a analizar todas sus opciones, incluyendo la retirda de su equipo de gestión. Los compradores ya han informado a los abogados para aportar todas las quejas necesarias en contra de todas las partes, incluyendo al señor Fernandos que, como propietario, se encargará de la operación de F1", decía el comunicado.
Además, el documento reveló que Fernandes no había transferido la propiedad del equipo como se había prometido en la venta original de la escudería: "El 29 de junio de 2014, Caterham Enterprises Ltd, Caterham (Reino Unido) Ltd y Sheik Mohamed Nasarudin [vendedor] y sus accionistas Tony Fernandes y Datuk Kamarudin Bin Meranun acordaron un contrato de venta y compra con Engavest SA en relación a Malaysia Racing Team Sdn Bhd/Caterham F1 Team. Desde la fecha del acuerdo, el vendedor se ha negado a cumplir con sus obligaciones legales a la hora de transferir sus acciones al comprador. Así, el comprador se ha visto en la posición de aportr fondos al equipo sin tener título legal sobre el equipo que había comprado".
