Además, Prost cree que no ha sido una sorpresa que Mercedes lo haya hecho tan bien este año, porque estuvo preparándose durante mucho tiempo para estas nuevas regulaciones: "Era casi inevitable. No estoy hablando sobre la diferencia de rendimiento, sino sobre la ventaja que tenía Mercedes porque empezaron este proyecto hace más de tres años. Al mismo tiempo, Renault estuvo peleando para ser campeón cuatro veces consecutivas".
"Y, quizás, fue más complicado cambiar la forma de trabajo, la forma de invertir y la forma de gestionar las cosas, sobre todo cuando hay un cambio de reglas por completo, una nueva forma de crear motores y un nuevo enfoque. Es muy complicado hacer ambas cosas a la vez. Por eso siempre hablábamos sobre lo difícil que sería batir a Mercedes este año. Ellos están haciendo también el chasis y el motor, y este ha sido el año en el que eso era una ventaja. Si se mira la forma en la que el coche está funcionanado, se ve que no solo es el motor, sino todo el paquete y la integración", añadió el cuatro veces campeón.
Temor por el aumento de los costes
Por otro lado, Prost también piensa que es importante para la salud futura de la F1 que se consiga cambiar la congelación de los motores. El destino del cambio de esta regla está, de hecho, en manos de Mercedes, y se espera que el próximo mes se decida durante una reunión de la Comisión de la F1. No obstante, la marca alemana teme que el cambio reglamentario suponga un incremento de los costes, por lo que ha dejado claro que no apoyará ninguna modificación en el reglamento. "Si te arreglan el motor hoy, lo has destruido todo, pero si das mucha libertad, los problemas sobre los costes van a aumentar. Por eso hay que encontrar un compromiso, y es muy importante tenerlo", agregó Prost.