"Para evitar cualquier duda, Leafield sigue siendo la base del equipo, a pesar de que no es ningún secreto que estamos buscando una alternativa más adecuada. Esperamos que en las últimas tres carreras de la temporada podamos seguir luchando y mejorando con la introducción de algunas sorpresas positivas, estad atentos. Esto nos da confianza para llegar a América y el Medio Oriente con un impulso extra, ya que nuestro rendimiento está mejorando constantemente y los recientes resultados, además de nuestro gran rendimiento en la clasificación de Sochi, están dejando al equipo en un buen nivel que apenas se había mostrado anteriormente", explicó Ravetto para la página oficial de la Fórmula 1.
"Vamos a seguir luchando día tras día, incluso si recibimos comentarios negativos o escepticismo por parte de algunas personas que estarían felices por vernos fracasar. Lo que hacemos es responder con hechos a partir de la mejora técnica del coche y la estabilización financiera del equipo. Sólo queremos recordar a todo el mundo que somos los valientes que tratan de pelear, no somos los que dejaron el equipo en un estado crítico. Sabemos que todavía tenemos por delante algunos caminos llenos de baches y no esperamos un camino de rosas, pero vamos a hacer frente a cada situación según vaya viniendo", confesó el director del equipo Caterham.
No retiraron a Kobayashi por ahorrar kilometraje
Manfredi Ravetto también quiso aclarar las razones de la retirada de Kamui Kobayashi en Rusia. "Quedé muy sorprendido al escuchar a Kamui refiriéndose a alguna instrucción de ahorro de kilometraje por parte de la gestión del equipo. Vimos en la telemetría que había un posible problema con los frenos y decidimos evitar riesgos, para que quede claro. Le pedimos a Kamui que se retirara debido a que la seguridad de nuestros pilotos es nuestra principal preocupación".
Tal y como están las cosas en este momento, Caterham ocupa la 11ª posición en el Campeonato de Constructores, después de que Ravetto ocupara el cargo de director del equipo en septiembre sucediendo a un Christijan Albers que dimitió a los dos meses de hacerse cargo de la gestión del equipo, y tras la adquisición de Caterham por parte de un consorcio de inversores suizos y del Medio Oriente en un intento de salvarlo de la desaparición como equipo de la Fórmula 1.