"Era una decisión compartida la de salir con neumáticos de mojado al principio de la Q2, en parte mía y en parte de mis ingenieros. Creímos que era la manera correcta de salir porque se estaba secando, pero el nivel de grip era tan malo que decidí cambiar a los de lluvia extrema. En el momento que salí había empezado a llover y perdí el momento en el que la pista era más rápida y era muy difícil elegir los puntos de frenada".
"Es la primera vez que me pasa esto en la Fórmula 1 así que no me puedo quejar mucho. Mañana será otro día y todavía tenemos posibilidades de escalar posiciones en la parrilla. Haré el mejor trabajo posible".