Daniel Ricciardo (3º- 166 puntos):
"Cuando das el paseo el jueves, la pista siempre parece bastante sucia. En las carreras urbanas modernas como esta tienden a limpiar la pista aunque realmente nada cambia el hecho de que estemos rodando en una carretera pública con toda la gravilla y la suciedad que tiene. Esto significa que tenemos por delante un fin de semana resbaladizo y bacheado y ¡qué adoro! Lo más importante de Singapur no es encontrar el balance perfecto el viernes. La pista va a mejorar, tan solo tienes que ser paciente y dejar pasar sin estar constantemente modificando el coche, tratando de conseguir un objetivo variable. Es una de esas carreras en las que nunca estás contento con la preparación previa que tienes".
Sebastian Vettel (6º- 106 puntos):
"Me encanta venir a una ciudad tan impresionante y limpia. La pista está muy bacheada y estás todo el rato botando en el asiento. El circuito es divertido pero al mismo tiempo es un reto. Tienes que llegar a los límites y asumir situaciones de riesgo para poder sacar lo mejor del coche. El desafío más difícil en Singapur es el calor y la cantidad de curvas. Las chicanes son muy difíciles de hacer y te dejan poco tiempo para respirar. Es muy importante para la vuelta rápida la última curva antes de afrontar la línea de meta. Hay unos bordillos extremadamente altos, que no debes tocar con la parte posterior del coche porque sino, sales despegado. Mi mejor recuerdo en el circuito fueron las victorias de 2011, 2012 y 2013, que fue geniales porque es uno de los circuitos más duros del año. Es muy largo, no da lugar a errores y competir allí es nunca darse por vencido".