"No es un desastre, ni mucho menos. Pero no se han conseguido los resultados que se deberían haber logrado. Obviamente, sabemos en qué áreas debemos trabajar, más o menos en todas: no somos realmente malos en ninguna, pero tampoco somos increíbles en ninguna. Así que, hay que mejorar un poco en todas partes. Es un coche fiable, en algunas pistas funciona mejor y en algunas condiciones es mejor, pero sabemos que hay un montón de lugares en los que si mejoramos, podemos marcar realmente la diferencia y conseguir buenos resultados", ha explicado el piloto finlandés.
Buenas sensaciones de cara al futuro
Mientras que Räikkönen sabe que tiene que ser paciente a la hora de que lleguen las mejoras, dice que confía en todos los cambios que se han realizado por el director técnico, James Allison, durante este año.
"Sabemos que tenemos problemas, pero como ya he dicho, en la Fórmula Uno no es tan fácil cambiar las cosas o mejorarlas. Aunque detectes el problema, no vas a dar con la clave o la solución enseguida, de otra manera sería muy fácil y nadie tendría ningún problema. Eso es un hecho y así es cómo va esto. Contamos con gente realmente buena, empezando por James Allison, y creo que hay gente trabajando en las áreas correctas y en la organización para marcar la diferencia. Estoy seguro de que en el futuro la situación será mucho mejor", ha concluido el finlandés.