Ahora, la F1 se marcha tres semanas de vacaciones antes de que el Mundial regrese a finales de agosto con el Gran Premio de Bélgica. "No veo que las cosas vayan a cambiar mucho en tres o cuatro semanas; el año que viene, todo irá mejor. Estoy contento con lo de hoy (la carrera de Hungría) pero, en general, estoy muy decepcionado con la forma en la que las cosas han ido. Necesitamos asegurarnos que no cometemos los mismos errores. Confío en Ferrari y sé que están trabajando duro, por eso estoy confiado de cara al año que viene. Luego, deberíamos poder luchar de nuevo por victorias", dijo el piloto a los medios fineses.
Hay que ser cautos
Por su parte, el jefe de la Scuderia, Marco Mattiacci también restó importancia a la carrera de Hungría, a pesar de que admitiera de que ha supuesto un gran aliento en Maranello. "Creo que deberíamos tener cuidado al juzgar lo que ha pasado este fin de semana. Debemos recordar que aún tenemos mucho trabajo que hacer. Sabemos cuáles son los puntos fuertes y débiles del coches, y un fin de semana con un podio no va a cambiar eso. Hemos de cambiar el coche 180 grados", indicó el italiano en el periódico español AS.