Así, el austriaco cree que la elevada regulación que existe ha logrado que desaparezca la visión de los pilotos de F1 como gladiadores, algo que ha sido decepcionante para los aficionados. "He hablado con Bernie sobre ello y hablé con Charlie [Whiting] en Austria también. Lo que no me gusta es ver una carrera como la de Montreal, en la que Nico [Rosberg] y Lewis están cerca en la primera curva y, luego, aparece en televisión que están siendo investigados. Fui a hablar con Bernie y Charlie y les dije que necesitamos recuperar los días de antaño, como cuando Nelson [Piquet] se tocó con otro piloto [Eliseo Salazar] en Hockenheim. ¿Recordáis esto? No habría que interferir en ello".
Pérdida de la esencia competidora
El presidente no ejecutivo de Mercedes cree que el hecho de que la FIA no se involucre en todos los incidentes no solo aumentará el espectáculo (ya que los pilotos tendrán más ganas de arriesgarse), sino también recuperará la personalidad de los pilotos que lidian con situaciones complicadas: "Honestamente, es una broma. El público nos deja porque ya no somos competidores".
"Incluso el accidente entre Pérez y Massa: si ellos ahora se hacen la idea de restringir toda la influencia de los comisarios en la reunión y todo ese tipo de cosas, entonces ni siquiera hablaría de ellos. Fue un accidente de carrera normal, y gracias a Dios no oucrrió nada, y yo dejaría las cosas así. [En Austria] cuando vi otra investigación [la de Vettel y Gutiérrez], pensé que era erróneo. Tenía que detenerse. Si tras la carrera alguien quiere protestas debido a algún tipo de injusticia, perfecto, debería hacerlo. Cuesta mucho dinero, muchos abogados y mucha parafernalia, así que esto no pasará. Dejaría que estos pilotos fueran libres de competir; hay demasiado control sobre todo", añadió Lauda.