En la primera toma de contacto con el circuito de Spielberg desde que la categoría lo abandonase hace ya once años, en 2003, han sido múltiples los errores de pilotaje y las salidas de pista que se han producido con los nuevos monoplazas a medida que los pilotos se han ido adaptando en su búsqueda de los límites del corto trazado austriaco. Probablemente las más espectaculares fueron protagonizadas por los propios Red Bull en la última de las nueve curvas de su circuito, donde Sebastian Vettel perdió el control y realizó dos trompos; mientras que el ganador de la última carrera, Daniel Ricciardo, también pisaba la hierba artificial y a punto estaba de perder el control de su monoplaza en el inicio de la recta principal.
Una de las novedades de las que más se ha hablado en los días previos a este inicio del Gran Premio es la introducción de unos bloques deslizantes de titanio en la parte trasera de los Mercedes y los Ferrari, con los cuales se pretende que los monoplazas vuelvan a soltar chispas de forma abundante como en el pasado. Como ya sucedió con el intento de mejorar el sonido de los motores introduciendo el escape trompeta, los resultados no han sido tan evidentes como cabía esperar, y aunque sí se han visto algunas chispas en los Mercedes, poco han destacado.
Con unas temperaturas bajas y la amenaza de la lluvia presente desde el inicio de los noventa minutos de pruebas, unas precipitaciones que incluso llegaron a producirse de forma liviana, ha sido un inicio de Gran Premio complicado para los pilotos, que han podido probar los neumáticos blandos de Pirelli, el compuesto más duro de los dos que la marca italiana suministra este fin de semana, al igual que sucedió tanto en Mónaco como en Canadá.
Algunos pilotos apenas tuvieron tiempo para probarse por primera vez en este circuito en el que sólo cuatro de ellos han rodado en el pasado con un Fórmula 1. Es el caso de Marcus Ericsson, cuyo Caterham se quedaba parado en los primeros minutos de la sesión a la salida de la primera curva debido a un supuesto problema eléctrico. Adrian Sutil tampoco llegó a completar una decena de vueltas al sufrir un problema con un manguito del turbo de su Sauber, lo que le dejó fuera de la sesión antes de llegar a la primera media hora. Nico Rosberg, el otro único piloto que no alcanzó la veintena de vueltas etsa mañana, también sufrió problemas eléctricos en su Mercedes, pero el equipo lo solucionó con un reinicio del software del monoplaza.
Ocho de los nueve primeros en esta sesión son pilotos de monoplazas equipados con motor Mercedes. La única excepción ha sido Fernando Alonso, que ha colado su Ferrari en tercera posición a tres décimas del mejor registro del líder del mundial. Ninguno de los dos Red Bull ha marcado un registro cercano a los Mercedes, finalizando en la parte media-baja de la tabla de tiempos, mientras que en lo más bajo Marussia ha estado realmente cerca de Lotus en el circuito con el tiempo por vuelta más bajo del campeonato.
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22/06/2014