
El ingeniero inglés se unió a las filas de Red Bull en el año 2006, con un contrato que supuestamente le hace ganar más de diez millones de dólares al año. No obstante, la inversión fue buena, ya que Newey ha sido pieza clave en los éxitos que ha cosechado la escudería. Pero sabiendo que el coche del año próximo será el último en el que Newey estará involucrado, Red Bull ahora se encuentra en una encrucijada.
Reto sin Newey
"Haremos lo que sea necesario. El equipo se construyó alrededor de Adrian, pero tenemos un grupo de muy buena gente y están preparados para el reto. Si todo el equipo entero no estuviera lleno de pasión, no habríamos tenido éxito", indicó Helmut Marko, consejero deportivo de Red Bull, en la BBC. Tal y como anunció recientemente la escudería, Newey estará involucrado en nuevos proyectos para Red Bull Technology e, incluso, se le ha vinculado con un proyecto británico para aterrizar en la America's Cup.