El de Mónaco fue el Gran Premio número cien de Vettel con Red Bull y, en las últimas nueve carreras de 2013, el alemán se impuso de forma aplastante a sus rivales. No obstante, tras la carrera del domingo, lo único que Vettel quería era marcharse de la ciudad monegasca y olvidar lo sucedido. "¿Cómo salgo de aquí? ¡No tengo ningún barco!", preguntaba a los periodistas. Durante la carrera, su frustración por radio fue evidente: "Vamos chicos. Quiero decir, lo habéis intentado todo", comentó al muro del equipo.
Los problemas se ceban con Vettel
Al mismo tiempo, su compañero en Red Bull, Daniel Ricciardo, sigue mejorando cada carrera, una situación que saca todavía más a relucir los resultados inferiores que por ahora ha logrado Vettel. "Cada Campeón pasa por una fase como esta en algún momento. Parece como si hubiera heredado el coche de Mark Webber", indicó Martin Brundle, expiloto de F1 y actual comentarista de la televisión inglesa, en la publicación alemana Die Welt.
El vigente Campeón está de acuerdo con el expiloto: "Siempre pasa algo diferente, pero no puede durar para siempre", indicó. Por otro lado, el presidente del equipo Mercedes, Niki Lauda, ha admitido que lo siente por el piloto de Red Bull. "Esto puede suceder cuando un equipo está intentando recuperarse de forma tan dura pero, por desgracia, siempre le está pasando a Sebastian. Cuando las cosas han de salir mal, salen mal", señaló el tres veces Campeón del Mundo a la cadena de televisión RTL.