"Las exigencias de esta carrera son distintas a las de las demás. Por lo tanto, es independiente de nuestro programa general de desarrollo, que tiene un enfoque personalizado para cada carrera. De cara a las carreras que siguen a Mónaco (Canadá, Austria, Reino Unido y demás), estamos trabajando muy duro en Maranello para introducir muchas evoluciones y poder elevar así el rendimiento del F14 T, y reducir la distancia con los coches más rápidos", explicó el diseñador jefe adjunto de la Scuderia en la web oficial del equipo de Maranello.
Tracción y frenada, importantes en Mónaco
Dicho de otra forma, las calles que conforman el Principado suponen un gran reto desde el punto de vista técnico. "En Mónaco tenemos que hacer un trabajo específico de puesta a punto relacionado con la rigidez vertical y el grado de rolido del coche, para que el piloto tenga el máximo agarre posible a pesar del trazado bacheado. Para ofrecer a los coches el mayor nivel de agarre mecánico posible, Pirelli suministra los neumáticos blandos y superblandos aquí y esta elección también ayuda durante las fases de tracción y frenada. Estos compuestos más blandos también calientan con más facilidad, algo particularmente útil en la sesión de clasificación".
Además, en lo referente al monoplaza, al tratarse de un circuito de unas características especiales, el equipo ha configurado el F14-T de forma distinta hasta ahora. "Nos hemos centrado especialmente en la dirección, específicamente para la horquilla, la curva más cerrada y lenta de todo el calendario, y en la suspensión, que ha sido elevada para hacer frente al hecho de que aquí, en Mónaco, lo normal es que los coches toquen las barreras. La ausencia de largas rectas significa que es muy importante asegurar una refrigeración adecuada, mientras que se exige mucho a la caja de cambios, ya que los pilotos cambian más veces de marcha aquí que en cualquier otra carrera", explica Resta.