"Creo que la seguridad es una cuestión que se destacó, pero es sólo un problema de ingeniería y un reto. La inseguridad del KERS no difiere mucho de la de transportar 70 kilos de combustible a 300 Km/h. Tenemos que superarlo y ser rigurosos, pero es igual que otros numerosos retos del coche."
Por otro lado, Pascal Vasselon, de Toyota, cree que los constructores están explotando al máximo el desarrollo de los nuevos sistemas para encontrar sus límites: "Todos trataremos de sobrecargar o sobrecalentar las baterías. Además el calendario será muy apretado. Realmente es posible implementarlo, pero el tiempo de desarrollo es muy justo para que todo esté listo al inicio de la temporada."
Willy Rampf, de BMW Sauber, también tiene sus dudas sobre las ventajas que el KERS otorgará a la Fórmula 1: "Antes que nada, tenemos que ver en el coche cuál es la ganancia en el rendimiento actual, porque está la potencia extra del KERS, pero también más peso o menor lastre, así que siempre será cuestión de sacrificios."