La rotura de una biela fue lo que provocó que el motor del F2008 del brasileño cediera a falta de tan solo tres vueltas para el final. Un nuevo problema de fiabilidad que provoca muchos quebraderos de cabeza en la Scuderia.
Los técnicos de Maranello hablan de un problema en el control calidad. La noche del domingo, y enviado por vía urgente desde Budapest, la gestión deportiva de Ferrari realizó un detallado análisis del propulsor dañado.
Tras este análisis se llegó a la conclusión de que el fallo vino producido por este componente, una pieza que había sido usada desde finales de 2006. La preocupación es grande en Ferrari, dado que dicho componente nunca había dado problemas.
A partir de ahora, los controles de calidad se incrementarán, lo que hace prever que la escudería italiana tendrá que trabajar a marchas forzadas durante estas tres semanas, no sólo para mejorar los problemas de calificación sino también estos de fiabilidad.