Por su parte, Hamilton ha comentado que ambos estuvieron en el límite de las posibilidades entre compañeros de equipo. "Creo que en la carrera estuvimos pendiendo de un hilo, y cuando estás pendiendo de un hilo, el riesgo aumenta. Sin duda, estuvimos en el límite. Pero no me iba a rendir; él estaba dando el 100%, por lo que yo también lo estaba dando, no podía dar el 95%. Condujo muy bien, fue justo y me gustaría pensar que yo también lo fui. Estuvo cerca, pero no dañamos la carrera del otro, y el equipo confió en nosotros, y eso fue genial".
Salida del coche de seguridad
Durante gran parte del fin de semana de Baréin, Hamilton tuvo problemas para obtener el mismo buen equilibrio en el coche que su compañero, y el inglés admitió que en la carrera no fue tan rápido como Rosberg. "Tuve problemas desde la tercera sesión de entrenamientos en adelante. Tuvimos problemas con el coche, con el sistema de frenada en clasificación. Empeoró, ya que había una fuga, que se arregló para la carrera. Cuando salió el coche de seguridad pensé: 'Dios, va con blandas y yo llevo medios, ya está. Me va a hacer falta un milagro para mantenerle detrás, porque hay unas seis décimas en esos neumáticos, y tenía mucho agarre detrás de mí".
"Así que fue como una de las carreras más calculadas que he tenido, en cuanto a cómo estaba usando mi potencia y cómo estaba posicionando el coche. Me dio caza en la recta de atrás, siguió estando detrás de mí en la última curva y tenía unos 10 o 12km/h con el DRS, y tenía que aceptar que me iba a adelantar. No pude ir por el interior y entonces bloqueé neumáticos. Tuve que moverme un poco, pero luego tuve que regresar; no sé cómo lo hice todo al mismo tiempo", añadió.