Durante la mayor parte del mes de agosto, la prohibición de entrenamientos y las tres semanas de descanso hasta el primer GP de Europa en Valencia hacen que la mayor parte del cansado mundo de la F1 pueda descansar y recargar pilas para las últimas siete carreras de la temporada.
Excepto Lewis Hamilton, quien dijo en Hungría que podía pasarse perfectamente sin el descanso de tres semanas: "Yo no necesito un descanso."
Los comentarios del británico no han pasado desapercibidos para su jefe, Ron Dennis: "Creo que Lewis se ha buscado un programa de entrenamiento más intenso en las próximas tres semanas al decir eso."
Y eso que Dennis siempre ha sido uno de los más acérrimos defensores del descanso en agosto, que no se contemplará en el calendario de 2009: "Este descanso es esencial para los mecánicos y el resto de las personas que trabajan con nosotros."