
Por su parte, el jefe de Red Bull, Christian Horner, negó este pasado lunes que la FIA hubiera contactado con los de Milton Keynes por la grosería que soltó Vettel respecto a los motores. Pero cuando se le preguntó a Todt sobre el incidente, el francés respondió a la cadena de televisión francesa BFMTV: "Es algo que solucionaremos de forma interna. Por desgracia, tenemos una tendencia a olvidar la belleza del deporte de motor y de la F1 y a concentrarnos en comportamientos que no son mi prioridad".
Carrera difícil en Baréin
A pesar de que el día de la vista se avecina, la mayor prioridad de Red Bull ahora es el rendimiento de su RB10 y la distancia actual que les separa de Mercedes. Y es que Horner espera un duro fin de semana en Baréin: "Su ventaja [Mercedes] será más grande de la que fue [en Malasia], porque se trata de un circuito en el que domina bastante la potencia". Por su parte, Mercedes no piensa dormirse en los laureles. "Vimos a uno de nuestros rivales aquí [en Malasia] recibir unas 50 cajas con partes nuevas en los vuelos de la mañana y de la tarde. Necesitamos hacer lo mismo", apuntó Toto Wolff a la cadena de televisión austriaca ORF.