Desde la salida pudimos comprobar que el Massa que tocaba ver en Hungría era el agresivo, el combativo, el que no se arruga frente a nadie. Desde la 3ª posición de la parrilla nos regaló una gran maniobra sobre Lewis Hamilton, por el exterior y a uno de los pilotos que frenan más tarde de la F1. Un adelantamiento de un piloto que tiene hambre de victoria, hambre de luchar por el título del Mundo.
Que aunque no lo parezca es el mismo que hizo 5 trompos en Silverstone y el mismo que le dejó la puerta abierta al número 1 de McLaren en Hockenheim para que este ganase la carrera.
En Budapest, después de la gran salida, Felipe se dedicó a controlar a Lewis y, tras el pinchazo del inglés, Massa tenía la victoria en el bolsillo. Levantar el pie y a gestionar las diferencias... hasta que a tres vueltas del final el motor de su Ferrari dijo basta. Nadie se lo podía creer y menos en Maranello. Es cierto que estaba en el segundo ciclo de motor y que la temperatura era bestial, pero el de rojo estaba rodando sensiblemente lento y seguramente con las revoluciones del motor muy rebajadas.
En cualquier caso, y a pesar de la gran desilusión que se llevó el brasileño, ayer pudimos ver en Felipe Massa a un piloto de los llamados "Ferrari". Ese piloto que vemos cada año en Turquía o Brasil.
Felipe sin duda tiene que arreglar sus grandes problemas de irregularidad si algún día quiere coronarse Campeón del Mundo de F1, pero también es cierto que que se te escape una victoria que te daba el liderato del Mundial antes de irte de vacaciones a tres vueltas del final por una rotura de motor cuando ruedas a bajas revoluciones, está claro que no es tu culpa. Y eso lo sabe bien la prensa italiana que ayer se convirtió en una fuente de alabanzas para el teórico número 2 de la Scuderia.
La Gazzetta dello Sport es un perfecto ejemplo: "¿Qué más puede pedir Ferrari de su piloto?"
Mientras que en la otra cara de la moneda se encuentra su compañero de equipo, Kimi Raikkonen: "Parece una imitación pálida del piloto que fue en el pasado. Este Raikkonen no es el piloto que Ferrari necesita. Él necesita preguntarse si todavía tiene el deseo por competir."
