La escudería Toyota se ha puesto del lado de Renault, que denunció en la prensa la posible ilegalidad de los motores de Fórmula 1 del resto de equipos. Primero fue el jefe del equipo, Flavio Briatore, y después su piloto Fernando Alonso, que aseguraron la semana pasada que su evidente descenso en comparación con sus rivales se debe a la congelación del desarrollo de los motores.
Pascal Vasselon en Hungría: "Desde el bando de Toyota, nosotros tenemos exactamente el mismo punto de vista que Renault y eso significa ser más legal que lo legal. Era una congelación de motores, y nuestro motor ha quedado congelado."