Y de paciencia entiende Kimi Räikkönen, un piloto que cuenta con mucha experiencia en la F1 y que ya se ha visto con anterioridad en situaciones complicadas. "Creo que, al principio de una temporada como esta, con neumáticos y, sobre todo, coches completamente nuevos, el objetivo principal debe ser el de ver la bandera de cuadros. Nosotros lo hicimos y pudimos completar la distancia de carrera con este coche", explicó el finés en la web oficial de Ferrari.
Efecto en la entrada de la curva
"Llevo en este mundo ya bastante tiempo, y puedo decir que esta no es, desde luego, la primera vez que me toca vivir un primer fin de semana de carrera difícil. Hemos identificado algunos problemas generales que se tienen que tratar en Maranello y hay otros aspectos relativos a la búsqueda de la mejor puesta a punto de mi coche que tienen que ver con el sistema de frenada por cable. Conseguir que este dispositivo funcione correctamente contribuirá sin duda a la mejora de las sensaciones generales con el coche, ya que tiene un gran efecto sobre la entrada en curva. Dicho esto, el F14 T fue mejorando progresivamente de viernes a sábado, y el haberse quedado fuera de la Q3 no fue una cuestión de falta de competitividad del coche", añadió.
De momento, según el piloto, Ferrari debe mantener la calma y seguir trabajando: "Lo primero que tenemos que hacer, es mantener la calma: el equipo está unido, sabemos lo que tenemos que hacer y cómo trabajar para obtener un mejor rendimiento. También sabemos que este proceso de desarrollo no va a llegar de la noche a la mañana, con lo que debemos tener paciencia y ser capaces de concentrarnos al máximo en nuestro trabajo, sin mirar lo que hacen los demás. Estoy seguro de que, si hacemos las cosas bien, los resultados pueden mejorar, sin duda, ya desde la próxima carrera, en Malasia".