
"Nuestras mediciones han demostrado que las nuevas partes que estábamos llevando funcionaron como deseábamos, haciendo que el coche sea mejor. El hecho de que no parecieran ir bien en pista se debió a los problemas del software del motor", explicó Marko en declaraciones a la revista alemana Auto Bild.
Duro trabajo hasta Melbourne
Así, es evidente que el equipo austriaco está trabajando con mucha presión para llegar en las mejores condiciones posibles a Melbourne, trazado en el que disputarán el primer GP de la temporada 2014 de F1.
"Nosotros tenemos mucho (trabajo) que hacer, especialmente los chicos responsables del software, que ahora son como esclavos con turnos de 18 horas. Pero quien puede ganar juntos, también puede trabajar duro juntos", finalizó Marko en declaraciones al diario Bild.