"Siempre es demasiado pronto, supongo. Tenemos que rodar tanto como sea posible. Tú sólo ves los problemas de un coche nuevo si ruedas", explicó el francés, que afronta su tercer año como piloto titular de Toro Rosso.
Confianza en Renault
Además, el francés se mostró muy confiado en la capacidad de un suministrador de motores como Renault para poder encontrar una solución a tiempo: "La próxima semana no es la primera carrera, así que tal vez si todavía tenemos problemas no importa. Lo que importa es que lleguemos a Melbourne con un buen paquete y estamos en condiciones de competir. Tengo una gran fe en las personas que trabajan en el equipo y la gente de Renault. Ellos saben cuáles son los problemas, y estoy seguro de que pueden hacer algo al respecto".