"En el segundo día, completamos 17 vueltas y estuvo bien, trabajando con problemas, pero luego el viernes perdimos la mayor parte del día por un problema en el motor, y tardamos todo el día en cambiarlo. El último día tuvimos una serie de problemas y pequeños inconvenientes con estos coches que nos llevaron mucho tiempo de arreglar. Por la mañana, se encendió la luz del ERS, pero resultó ser una falsa alarma, así que perdimos dos horas. Luego, tuvimos un problema con el sistema de gasolina, que no es un problema de Ferrari, sino nuestro. Cosas como estas nos impiden avanzar, pero no creo que tengamos el mismo problema dos veces, algo que es raro porque normalmente tienes problemas que se repiten", añadió Booth.
Preocupación de cara a Australia
Con solo 59 vueltas en dos semanas de test, Botth ha mostrado su preocupación sobre estar listos para el Gran Premio de Australia, pero espera que los últimos test les ayuden y puedan estar totalmente listos: "Estaría mintiendo si dijera que no estoy preocupado ni lo más mínimo. Está bien pensar que puedes solucionar los problemas, pero has de demostrarlo. No hemos hecho nada en absoluto con la configuración, pero los pilotos dicen sentirse seguros con lo que han hecho. Los frenos están bien y hemos mejorado durante la semana. Tenemos solo cuatro días antes de los siguientes test y, después, cuatro más de pruebas, y solo necesitamos maximizar lo que hemos dejado".