Tras el espectacular accidente sufrido por el alemán, la escudería japonesa siempre dijo que el incidente no se debió a un error de pilotaje, sino al fallo de la suspensión trasera de su TF108. Desde el mismo día de la carrera, en Toyota iniciaron una completa investigación para averiguar por qué una pieza de la suspensión había originado ese peligroso accidente. El resultado ha sido bastante sorprendente.
Según ha explicado Toyota Motorsport, gran parte de las piezas de la suspensión trasera del TF108 de Glock eran las mismas que se utilizaron dos semanas antes en el GP de Gran Bretaña, donde el piloto alemán sufrió varios trompos. Y aunque todas ellas superaron el proceso de verificación previo a Hockenheim, en esta ocasión esa inspección falló y provocó el accidente.