"Fue puramente un test de motores, por lo que los equipos tuvieron la oportunidad de probar los nuevos motores. Completamos la distancia de tres Grandes Premios y medio, y estoy muy satisfecho. De momento, parece que estemos por delante, pero eso podría cambiar rápidamente", señaló al periódico Osterreich. El austriaco admitió que tuvieron algunos problemas durante los test, pero que pronto se solucionaron: "Los nuevos motores híbridos son muy sensibles y complejos, y nada sencillos de manejar. Técnicamente, es un reto enorme y también en Mercedes tuvimos muchos problemas pequeños, pero pudimos resolverlos inmediatamente".