El mecánico no sufrió lesiones de gravedad, pero tuvo que pasar una noche en el hospital para superar algunas pruebas después de que se quejara de unos mareos.
A pesar de todo, Nick es optimista: "Desde luego el KERS es muy nuevo. Creo que fuimos de los primeros en probarlo en pista. Todos sabíamos qué había pasado y tomamos todas las precauciones, pero cuando introduces nuevas tecnologías estas cosas pasan. Estoy confiado en que en el futuro podrá ser un sistema seguro. De lo que sabemos de los coches de calle, es posible que lo sea."