Sin embargo, para Rosberg fue una semana sencilla, y el alemán ha admitido que le está costando un poco ajustarse a las nuevas regulaciones. "Es un reto; es una página nueva en el libro y es muy complicado. Cuando estuve en el coche el segundo día, el kilometraje fue bueno, pero tío, era una lucha estar en el 'cockpit'. Los neumáticos no cogían temperatura e íbamos demasiado lentos, como los tiempos de GP2, así que hemos de ajustarnos a eso. Hay tantas variables que pienso que será una temporada muy emocionante. Adelantar será como una nueva ciencia, y pasará lo mismo a la hora de reservar combustible para cruzar la bandera a cuadros", señaló Rosberg en la web oficial de F1.
Se acabó ir a todo gas
Y es que ahorrar combustible será esencial durante esta temporada, ya que ahora los pilotos cuentan con un límite de 100 kilos de gasolina por Gran Premio, 60 menos que la temporada pasada. Como resultado, Rosberg admite que ir al límite en F1 podría ser algo del pasado. "Me gustaría ir más rápido que el año pasado, pero no va a ser el caso. Vamos a ir más lentos en 2014", alegaba.
Cuando se le preguntó si los que ganarán carreras serán lo suficientemente inteligentes como para ir lentos, el alemán añadió: "Jugará un papel, sí. Por supuesto, un piloto siempre quiere ir a tope, pero también quiere que suponga un reto sacar el máximo de la nueva situación. Es un hecho que en los últimos años no siempre fuimos al límite, la última vez que recuerdo fue en 2006, por lo que estamos condicionados a tener esto en cuenta. Creo que lo que ahora tenemos es un tributo a la dirección que el mundo ha tomado. Cuando sumé casi cien vueltas [el viernes en Jerez], probablemente usé un tercio menos de gasolina que hace un año, y eso es una buena dirección".