En un primer momento, Red Bull achacó sus problemas al motor Renault, y la marca francesa admitió públicamente que había tenido contratiempos con todos sus equipos cliente: Red Bull, Toro Rosso y Caterham. No obstante, Marko confesó antes de irse este jueves que los últimos problemas también fueron consecuencia de Red Bull. Todo parece indicar que Red Bull ha cruzado el límite de esta nueva unidad de motor, en la que la refrigeraión es vital. "Imagino que no hay mucho que pueda hacer en la pista y creo que [Newey] está más contento trabajando en su oficina en Milton Keynes", añadió Ricciardo.
Pausa antes de Baréin
Este viernes, el coche de Milton Keynes ha salido a la pista sin problema, pero Ricciardo cree que la pausa de dos semanas antes de llegar a Baréin será más que positiva: "Creo que el parón antes de Baréin va a ayudar mucho al equipo. Aunque mañana [este viernes] las cosas no vayan como están planeadas, seguiremos sin preocuparnos. El tiempo sigue a nuestro favor. Aunque vayamos a Melbourne con ello [cualquier problema], es una temporada larga. Estos chicos saben cómo ganar y estoy seguro de que lo solucionarán".