El karting
Marcus nunca se planteó ser piloto de carreras, su familia no tenía el dinero suficiente para sostentar una posible carrera en monoplazas y dedicó su infancia a pensar en otras cosas. Pero en 2000 comenzó a competir en el karting, logrando el tercer puesto al año siguiente de la MKR Series Formula Micro suecas. En 2003 ganaría la Formula Mini de las MKR Series, dando el salto al año siguiente a las competiciones de mayor cilindrada y saboreando lo que era competir en el 'Viejo Continente'.
Los entendidos del lugar le comparaban con los grandes, después de ver cómo aguantaba al momento propicio para adelantar en la pista, no jugándose el tipo, no metiéndose en luchas agresivas. Marcus continuó formándose en la 'escuela de la calle'. Su cuarta posición en el ICA Junior de Suecia en 2004 solo fue el preludio de lo que conseguiría al año siguiente. En 2005, con 15 años, Ericsson ganaba el Campeonato Sueco y el Campeonato Nórdico de la categoría ICA Junior, alternándose en eventos europeos de la mano de Tony Kart.
Su 12º puesto en el Campeonato Europeo ICA en 2006 hizo ver a Kenny Bräck -quien se ha encargado de guiarle en el mundo del automovilismo desde que le descubriera a principios de los 2000- que tenía que dar el salto a los monoplazas. Dicho y hecho.
Comienza la hora de la verdad
Richard Dutton, dueño de Fortec Motorsport, es convencido por los números de Ericsson y por la insistencia de Bräck y decide alinearle en su equipo para la temporada 2007 de la Fórmula BMW británica. Cuál fue la sorpresa para los de las islas cuando vieron que el sueco se anotaba siete victorias, 11 pole position y 13 podios para hacerse con la victoria a final de temporada por delante de Josef Kral. Primera temporada en monoplazas y dominio absoluto del bueno de Marcus.
El paso siguiente, para Fortec Motorsport, era obvio: la F3 británica esperaba. A pesar del buen hacer de Ericsson, que consiguió 5 podios y 2 pole position aquella temporada, la extremadamente competitiva parrilla de aquel año le relegó a la quinta posición final en el Campeonato por detrás de Sergio Pérez, Brendon Hartley, Oliver Turvey y Jaime Alguersuari. Fortec decidió inscribirle en el prestigioso GP de Macao por primera vez, pero el sueco abandonó y no pudo ver la bandera a cuadros en las estrechas callejuelas.
En 2009, decidió emigrar a Japón, tentado por la oferta de TOM'S y por la posibilidad de prepararse de manera óptima para asaltar el GP de Macao de aquel año, espina clavada. El piloto sueco consiguió hacerse con el título de la F3 japonesa tras conseguir cinco victorias y once podios en una parrilla bastante inferior a la del F3 británica, en la cual tuvo cuatro apariciones. Ericsson ganó en dos de ellas de la mano del equipo Räikkönen Robertson y afrontó el reto del GP de Macao de la mejor manera posible, saliendo desde la pole.
Pero una vez más, el podio de 'Da Guia' se le volvía a resistir al sueco y la cuarta posición sabía a hiel. No obstante, sus buenas actuaciones llamaron la atención de Ross Brawn y el joven sueco se subía al monoplaza de Brawn GP en los test de Jerez a principios de diciembre de 2009. El siguiente paso era la GP2 Asia, preparación directa para su primera temporada de GP2 en 2010.
Un lustro en la antesala
De la mano de SuperNova, tras haber completado la serie asiática con ART GP y el equipo británico de David Sears, el piloto sueco debutaba en la categoría telonera de la Fórmula 1 y lo hacía con victoria en el trazado de Valencia. No obstante, dos apariciones más en los puntos le dejaban en la 17ª posición final del Campeonato. Tocaba aprender y la costumbre a ganar hacía que Ericsson sufriera por momentos.
En 2011 el cambio a iSport International y la mayor experiencia en su haber, le daban la quinta plaza de la GP2 Asia Series tras sumar un podio. Durante la temporada regular de la categoría antesala del 'Gran Circo', dos podios en Montmeló y Silverstone le valieron para colarse en el 'Top 10' de la clasificación final. No obstante, algo faltaba y los grandes resultados parecían no querer llegar en una parrilla bastante competitiva y con un monoplaza que había cambiado respecto al año anterior.
El proceso de adaptación continuaba y los resultados comenzaban a meter presión a un Ericsson que veía la cima del automovilismo casi cada fin de semana al otro lado del paddock. En 2012 llegó la ansiada victoria junto a iSport, la continuidad y el trabajo en equipo le permitieron saborear la gloria de los más grandes en el trazado de Spa-Francorchamps.
Con tres abandonos en las primeras cinco carreras, el sueco se despedía prácticamente de la lucha por el título y no sería hasta la segunda manga de Silverstone cuando los puntos llegaron por primera vez en la temporada. El fin de semana siguiente, en Nürburgring, Marcus saboreó de nuevo la miel de la victoria pero el Campeonato se le había escapado de las manos y la falta de presión terminó por lastrar un año en el que los cinco podios conseguidos le dejaban en un sexto lugar que implicaba el mejor resultado de su trayectoria en GP2.
Marcus Ericsson llega a la Fórmula 1 de la mano de Caterham y de esos patrocinadores que siguen viendo en el joven sueco la esperanza que un conciudadano vislumbró en un pequeño circuito de karts local, cuando la vuelta rápida casi cayó del lado de un pequeño zagal que contaba con apenas nueve primaveras. La oportunidad está en sus manos, el talento, a la vuelta de la esquina.