"En mi opinión, Red Bull ha demostrado que la continuidad es la clave. La política en Red Bull es tener muy pocos cambios en los pilotos y el personal de trabajo. Los continuos fichajes en la F1 probablemente sean incluso más perjudiciales que en el fútbol, ya que es muy poco eficiente y caro. Es fácil asumir que un piloto trabaje sin demasiada confianza en el liderazgo, pero eso no siempre es así. En F1, cuentas con un equipo de 500 personas, así que la buena gestión y delegación son muy importantes", escribió.
Creación desde los cimientos
Además, el australiano hizo referencia a los inicios del equipo, cuando no contaba con demasiadas personalidades de gran renombre. "Sobre el papel, a parte de Adrian Newey, Red Bull no comenzó con grandes nombres. Su filosofía no era robarle gente a los equipos rivales, sino construir el equipo desde sus cimientos. Ahora, todo el mundo desea tener a gente de Red Bull. Gran parte del éxito se debe a los héroes no reconocidos, sobre los que mucha gente no habrá oído hablar. El éxito constante no surge de la noche a la mañana".