Además, el piloto duda que la realidad de su despedida de la F1 le afecte antes del día de la carrera en Interlagos. "Creo que el domingo será un poco diferente, pero aún siento que será una carrera normal. Tengo muchas ganas de que llegue el domingo por muchas cosas, por conseguir un buen resultado, pero también estoy preparado para parar y seguir adelante en el largo invierno que me espera y los nuevos retos que están al caer. Cuando me baje del coche el domingo pasarán cosas que será la última vez que haga en F1, pero estoy bastante relajado y tengo ganas de la carrera", añadía Webber en Autosport.
Deporte gratificante
A pesar de seguir confiado y asegurar sentirse listo para dejar la F1, el australiano reconoció que habrá cosas que echará de menos: "No me iría si no hubiera cosas por las que me alegro de dejar atrás. Si hubiera más cosas positivas que negativas, me quedaría. Aún sigo pensando que hay algunas situaciones en F1 que son muy gratificantes. Obviamente, conducir el coche al límite en algunos circuitos sigue siendo muy gratificante, no hay duda de eso".
"Suzuka, Spa, Monte Carlo, la clasificación e incluso competir en algunos circuitos es algo muy complicado y satisfactorio, por lo que echaré de menos algo de eso. Es inevitable echar de menos algunas cosas. La adrenalina y trabajar con gente como Adrian Newey es algo que no haces muy a menudo. Pero llega un momento en el que has de marcharte. Sigo teniendo buena adrenalina para el año que viene con Porsche, y eso será un buen balance", añadió el de Red Bull.