El impacto, que fue de 25G, requirió comprobaciones médicas como medida de precaución justo después de la carrera, y el piloto pasó varias pruebas más desde entonces, aunque en ningún momento él puso seriamente en duda su participación en la carrera de Austin. Tal y como obligan las normas de la FIA, Alonso tuvo que pasar nuevas pruebas médicas este jueves en Austin.
Reposo en el hotel
Así, tras una serie de chequeos y tests médicos encabezados por Steve Olvey en el centro médico del circuito norteamericano, Alonso ha recibido el 'ok' para poder participar en la carrera este fin de semana. A pesar de no tomar ningún analgésico para el dolor de espalda, el español ha preferido no asistir a los eventos con la prensa que tenía programados para este jueves en el circuito y, en cambio, ha decidido regresar al hotel para descansar y recuperarse del todo.