Como no podía ser de otra forma este año,
la lluvia volverá a ser protagonista durante un Gran Premio más. El líquido elemento parece haberse empeñado en aportar un factor de incertidumbre y, a veces, también de igualdad a un Mundial que está siendo más imprevisible que nunca.
Ya son varios los GP consecutivos en los que el agua ha hecho acto de presencia o se ha convertido en una seria amenaza para las estrategias de los equipos. Y el GP de Alemania de este próximo fin de semana, no va a ser menos. Según las previsiones meteorológicas locales, la lluvia afectará a esta décima prueba del Campeonato del Mundo.
Pero parece que esta semana
la lluvia será un poco más condescendiente con los equipos de la parrilla de lo que lo fue en Silverstone. Si bien para el viernes la probabilidad de precipitaciones es relativamente alta, un 65%,
a medida que vaya avanzando el fin de semana las lluvias irán remitiendo. Así, para la carrera del domingo, aunque podría haber algún chuvasco aislado,
se prevén bastantes claros en el cielo.Lo que sí parece seguro es que, debido al encapotamiento del cielo, no se alcanzarán las elevadas temperaturas de otras ocasiones en el verano alemán. El viento también será un gran problema para los pilotos.
Como siempre, esto es sólo una predicción más y tendremos que esperar al domingo para saber con certeza si la carrera será una lotería o no.