"Aún tengo todos los dientes después del salto," bromeaba el español ante la prensa desplazada a Yas Marina, al tiempo que explicaba su paso por el centro médico. "La espalda me duele un poco porque ha sido un golpe fuerte. Existe una alarma en el chasis que, a partir de una determinada cantidad de fuerzas G, salta en golpes grandes, para avisar el coche médico y estas cosas".
"Por supuesto fue un gran golpe, pero con suerte estaré bien para Austin e Interlagos," concluyó Alonso quien precisamente sufrió el accidente más grave de su carrera en Fórmula 1 hace diez años en el Gran Premio de Brasil. Entonces, el asturiano tardó dos días en recibir el alta médica aunque, por fortuna, no sufrió ninguna lesión y pudo competir en el siguiente Gran Premio.