Después de que el coche estuviera ya en el garaje, la escudería de Brackley encontró uno de los triángulos de la suspensión roto, por lo que ese pudo ser el motivo que causó el problema en pista, aunque todavía han de determinar porqué motivo se rompió. "Cuando tuvimos el coche de vuelta, tenía uno de los triángulos roto, por eso perdió el control del coche", confirmó el jefe del equipo, Ross Brawn.
No se espera que se repita en carrera
No obstante, Brawn no está seguro si la parte en cuestión sufrió un problema de fábrica o si fue dañada por la dureza de los pianos de la pista, pero no espera que suceda de nuevo durante la carrera. "Es un circuito en el que los pianos son muy duros, y vamos a analizar los datos para comprender qué pudo provocarlo. Es un sistema que hemos tenido desde hace tiempo sin problemas, así que podría haber algún fallo con esa parte en concreto o puede que se deba a un fallo en la forma en la que afrontamos los pianos. No creo que haya riesgo para la carrera y deberíamos poder arreglarlo en el parque cerrad y correr bien el domingo", añadió.