Los habitantes de la capital rusa se reunieron ayer para ver dos monoplazas de Fórmula 1 en sus calles, un Williams y un Red Bull, que rodaron alrededor de un circuito temporal en el Red Square y a la sombra del Kremlin.
Nico Rosberg pilotó el Williams y el piloto ruso, Mikhail Aleshin, se puso al volante de la máquina de Red Bull, durante una demostración organizada por Rotterdam Racing.
Rosberg, que fue acompañado por su jefe, Sir Frank Williams, al evento: "Jamás he estado antes en Rusia. Está claro que aquí hay un apetito masivo para la Fórmula 1."