El Circuito Internacional de Buddh carece de esa magia de décadas pasadas. En él, no han llegado a pilotar grandes campeones de otras épocas, aunque sí los Alonso, Hamilton, Schumacher y Vettel. Sobre su asfalto no se han vivido batallas que se recordarán durante generaciones como aquellas entre Lauda y Hunt. Bajo sus tribunas no se han presenciado victorias de ensueño; imágenes de leyenda, ni sueños cumplidos...aunque esto último quizá suceda este próximo fin de semana.
El veredicto final espera
El tetracampeonato del alemán de los cabellos dorados podría confirmarse -y si nada fuera de lo normal lo remedia, así será- antes de que la parrilla llegue al Yas Marina. Todo le vendrá de cara, todo visto para sentencia. Ni el pundonor de su rival de rojo, ni la gestión de los neumáticos de los dorados y negros, ni siquiera el rendimiento de las 'flechas plateadas' parece ser rival para un toro de carne humana que amenaza con destrozar los récords de las leyendas.
En India, el 'Motín cipayo', allá por 1857, asestó un golpe mortal a la 'Compañía de las Indias Orientales', a la par que asentó las bases para una posterior revolución -esa vez sí definitiva- que llegaría casi cien años más tarde. Pero, ahora, el motín parece lejos de producirse; la revolución contra la 'tiranía' de Newey y Vettel queda ya imposibilitada por la ingente cantidad de puntos sumados por ambos, equipo y piloto. Ferrari creyó haber dado con la tecla en febrero, creyó que su óptima gestión de neumáticos por fin le daría ese plus para no ser subcampeón y ascender a la gloria. Creyó, creyó, creyó...
En tierras indias -y no las que describió Colón al llegar al Caribe- el único rey que existe desde hace dos años tiene nombre y apellidos alemanes, llevará el número 'IV' -como todo monarca- dentro de unos días y si el Circuito de Buddh desaparece del calendario del año que viene, Vettel podría tener en su haber el dominio total sobre su asfalto. Trabajo les queda por delante; horas de insomnio para mecánicos y de descanso para el piloto; sesenta vueltas de disfrute, o no, para aficionados y fans; sesenta vueltas que pueden marcar el asentamiento de una nueva leyenda en el 'Gran Circo', pese a quien le pese.
India, tierra de costumbres, cambios y envidias. India, asfalto seco y ambiente árido. La F1 podría despedirse de ella y el 'rey' no quisiera bajarse del trono. Vuelve la Fórmula 1; el Mundial 2013 se consume y la India lo recibe en veintitrés lenguas distintas. No es Babel, pero podría.