
Esa tónica cambió en 2012, cuando el circuito acogió una de las carreras más emocionantes de la temporada. Tras un abandono de Romain Grosjean y una remontada de Fernando Alonso, el español logró hacerse con la victoria en el evento valenciano e hizo vibrar a los pocos aficionados que habían comprado su entrada para ese fin de semana. Terminada la edición, los rumores sobre su incierta continuidad comenzaron a echar chispas y una alternancia que jamás llegaría con Barcelona se subió a un barco con un único billete de ida.
Fin de la F1 en Valencia
A día de hoy, el circuito presenta un aspecto ruinoso y lamentable, como podéis ver en estas fotos, conseguidas por 20minutos.es. En el trazado se acumulan montones de palés, vallas metálicas y escombros, mientras que las malas hierbas se hacen hueco en los pianos que hasta hace poco escuchaban el rugir de los motores V8. Con la deuda que el gobierno tiene encima y la tasa que debería pagar si quiere recuperar el Gran Premio, sumado a que Barcelona no tiene intención de dar su brazo a torcer con la alternancia, todo parece indicar que los días de gloria de F1 en Valencia han llegado a su fin.