Mosley dice que las propuestas deberían estar preparadas dentro de unos tres meses o sinó: "La misma FIA preparará las nuevas reglas para el 2011."
Lo primero sería reducir los costes de los equipos de grandes fabricantes y transformar en financieramente viable el hacer correr equipos cliente (disponer de motores para equipos privados a un precio realmente bajo, unos 2 millones de euros por temporada).
Lo segundo sería continuar el trabajo iniciado con el KERS para intentar aumentar la eficiencia energética de los monoplazas de Fórmula 1, con el objetivo de reducir a la mitad el consumo de los motores hacia 2015 sin haber reducido con ello las prestaciones de los mismos: "Para el 2015, el objetivo sería reducir al 50% los niveles de combustible que se consumen, mientras mantenemos las velocidades actuales."El tercer objetivo sería mejorar la calidad de las carreras, algo que ya se lleva buscando hace unos años.
Además, en dicha carta la Federación también habla del límite presupuestario que se quería imponer a los equipos de F1: "Son los equipos los que deben decidir si debería haber restricciones en los presupuestos de los equipos y, si fuese así, cómo deberían ser y cómo aplicarse."