"Este Gran Premio es el evento más grande de Shell del año. Se han gastado millones de euros para insertar su logo en todos los rincones del circuito y entretener a decenas de invitados VIP, pero de la única cosa que no quieren hablar es de sus planes de perforación petrolífera en el Ártico. Por eso estamos aquí, para que el público y los fans de la F1 sepan realmente a qué se dedica esta compañía," explica la organización en un comunicado sobre la iniciativa, que ya suma más de tres millones de firmas a favor en la web savethearctic.org.
Confusión en el podio
Otra de las acciones programadas por los activistas suponía acceder al podio, lo que ha afectado a la ceremonia del podio al confundir a los pilotos por los pitos que se oían desde la grada. Un efecto secundario necesario para hacer saber al mundo de las acciones de la compañía petrolera, según Greenpeace. "De pequeño era fan de los Grandes Premios, pero no soy fan de lo que Shell está haciendo en el Ártico," lamentaba Kui Naidoo, director ejecutivo de la organización.