El escocés dejará de conducir monoplazas, pero no abandona la competición. Se centrará en las pruebas y el desarrollo de los coches como consejero de Red Bull, algo similar a lo que hace Michael Schumacher en Ferrari.
El británico de 37 años, que cuenta con trece victorias en la Fórmula 1 (sus mayores éxitos los consiguió con McLaren) y que este año subió al podio al quedar tercero en el GP de Canadá, ha aclarado que en absoluto está colgando su casco, y que aún no sabe si volverá a competir en el futuro en alguna otra modalidad de deportes de motor.
Comunicado del inglés:"Quiero anunciar hoy mi decisión de retirarme de las carreras de Fórmula Uno al final de esta temporada. Voy a seguir participando activamente en este deporte como consultor para Red Bull Racing centrado en las pruebas y el desarrollo de los coches. No he decidido aún si o no voy a competir de nuevo en el futuro, en alguna otra forma en deportes de motor, ¡así qué aún no cuelgo mi casco definitivamente!
Mi decisión de retirarme la tomé principios de año y se basa en un deseo de parar, mientras que aún estoy disfrutando de la competición y el inmenso desafío que la conducción representa en la Fórmula 1. También tengo el deseo de buscar nuevos retos en el deporte.
Me siento orgulloso de mi trabajo en Red Bull Racing y seguiré pilotando con el mismo enfoque hasta la última vuelta en Brasil. Posteriormente, voy a seguir ayudando al equipo desarrollar y avanzar hacia su objetivo final de ganar carreras."