
"Simplemente estábamos siendo honestos, no estábamos escondiéndonos detrás del problema, sino siendo políticamente correctos. Fuimos honestos con lo que pasaba, ya que veíamos que la situación era bastante marginal. Comentamos lo que mucha gente nos decía en privado y que, quizás, no tenían huevos a decir en público", espetó Horner a Autosport. "Creo que nuestra posición ha sido totalmente persistente y, gracias a Dios, al final se ha hecho algo al respecto. Sobre si eso nos perjudica o nos beneficia no tengo ni la menor idea. En realidad, no creo que cambie nada. Solo creo que es mejor para la F1", añadió el de Red Bull.
Consistencia en sus comentarios
Horner insistió en que los comentarios de Red Bull estuvieron dirigidos hacia lo que es bueno para el deporte, y no hacia su propia competitividad: "Creo que lo vimos al comienzo es que teníamos un coche rápido, pero los neumáticos se estaban convirtiendo en un factor dominante. Nuestras palabras sobre las gomas fueron consistentes todo el tiempo, desde Melbourne hasta Silverstone. Nada cambió a pesar de haber ganado tres carreras hasta el momento, sentíamos que las ruedas eran demasiado marginales, y eso no era correcto para los pilotos, que tenían que pilotar hasta sus límites. Creo que con los cambios que se han hecho recientemente hemos podido ver a los pilotos empujar más duro en las carreras y competir de verdad entre ello".