"Dejar la Fórmula 1 es siempre una decisión que un piloto no quiere tomar, especialmente cuando sabe que tiene la velocidad para estar en un coche de Gran Premio. No sólo eso, sino que Mark deja un coche puntero con Adrian Newey detrás," reflexiona Blundell en su columna en 'Motor Sport', donde asegura que la situación del australiano le recuerda a la suya.
"¿Qué mejor que volver a Le Mans con Porsche?"
"Debe estar harto de la política de la Fórmula 1. Puedo entender su dilema. Cuando dejé la Fórmula 1 después de la temporada 1995, estaba muy desilusionado. Tenía un acuerdo firme con un equipo que aún está en Fórmula 1 y creo que todo estaba listo para el año siguiente pero me pidieron requisitos que estaban fuera de mi alcance. Estaba tan enfadado con la política que me fue a América a competir en la CART".
"Mirándolo por el lado bueno, no parece que Mark vaya a hacer algo que no merezca la pena. La resistencia va en ascenso y... ¿qué mejor que volver con Porsche? Tiene un trabajo por hacer en Le Mans y Porsche tiene más victorias que ningún otro constructor. La compañía espera hacerlo bien en un periodo corto de tiempo y él se encargará de la faceta del pilotaje," concluye Blundell.