Al parecer una zona de la llanta quedó al descubierto antes de ser rociada con el spray que se emplea para mejorar la eficiencia y durabilidad de los componentes. Esto provocó que la rueda se tambalease en las curvas más fuertes, lo que hizo que rozara el freno y lo desgastase.
"La investigación no sólo incluía el análisis minucioso de la telemetría y de los componentes que sobrevivieron al impacto, sino también una reconstrucción de lo sucedido en el Centro Tecnológico de McLaren. Ahora sí que hemos entendido cómo llegó la avería y no cómo ocurrió en un principio. El problema en la llanta fue producto de una incorrecta aplicación del spray, algo que no está bajo el control del fabricante" ha dicho Whitmarsh.