Tras la no renovación de Mark Webber por Red Bull, tanto Kimi Räikkönen como ambos pilotos de Toro Rosso han sido colocados como contendientes a esa plaza en la escudería austriaca. Tras ese anuncio, Daniel Ricciardo ha tenido una subida de prestaciones importante, clasificando desde entonces siempre en Q3 y acabando en octava posición en el Gran Premio de Gran Bretaña en Silverstone, mientras que su compañero no pasó de Q2.
Sin embargo, antes de dicho anuncio era Jean-Eric Vergne el piloto que llevaba la delantera en Toro Rosso gracias a su gran rendimiento tanto en Mónaco como en Canadá, algo que el propio Ricciardo ha confirmado que ha sido el factor que más ha ayudado a su recuperación.
"Antes de que se hablase de Red Bull, venía de tener 2 carreras muy pobres", dijo el australiano a Autosport. "Tuvimos tres semanas después de Montreal y fue un buen tiempo para reevaluar algunas cosas, reunirnos con los chicos e intentar entender como podíamos ir hacia delante. Solo eso, y el hecho de que Jean-Eric tuviera dos carreras muy fuertes que demostraron que el coche tenía potencial, me dió mucha fuerza".
La preparación del fin de semana, clave
Ricciardo ha afirmado que no cree que la diferencia venga de cuanto puede llegar a empujar en la pista al volante del STR08, sino en un mejor trabajo a la hora de preparar los fines de semana.
"Me gusta pensar que siempre trabajo duro en el cockpit, pero quizás he trabajado incluso más duro. Esa fue la motivación real que provocó que diese un paso adelante, ¡el asunto de Red Bull estaba un poco congelado todavía!", finalizó el australiano.